Paula

Una habitación de hotel, cama doble, copas de vino, un fuerte golpe se escucha en la puerta, es ella, camina en dirección opuesta a la rotación de la tierra... abrigo, tacones, maquillaje, piel morena, tiras amarillas brillantes, un roce de suavidad entre dos tierras, acompañado de un sonido de grillos por la noche... olvídate de las caricias, de los besos, de las presentaciones, de los prejuicios, de las mentiras, de los complejos, de las verdades a medias y vivamos el ahora juntos.
Mis pulsaciones, palpitaciones, taquicardias se aceleran, no puedo contener ese movimiento de mis manos, los nervios se apoderan de mí... tranquilízame, dejo en tu boca, en tus manos y en tu entrepierna mi placer, mi murmullo, mi ritmo cardíaco, mi flujo sanguíneo, por favor que todo fluya y nada influya, puedo notar tu tranquilidad, tu entusiasmo, tus ganas, pero no olvides que mañana esto será olvidado.
Disfrutemos de este momento, como leones en la selva, como jugadores de fútbol, como conejos en el prado... vamos a olvidar, soñar, gemir, sudar juntos y te marcharás en silencio.
Pienso en todas esas personas que has tocado, en el tiempo que llevas danzando sobre distintos cuerpos, en lo hermosa que eres, en lo bien que te mueves, en lo que esconde esa mirada de lujuria, en tus brillantes pechos que luces sin ropa, en la cara que pones cuando mi cuerpo está encima del tuyo... me estoy poniendo romántico y ahora soy yo, el idiota que mañana no quiere olvidar el presente que mañana será pasado... y tú eres una asalariada más, con una tarjeta bancaria a domicilio.
La nieve sobre tu rostro y el zumo de luna sobre mi cuerpo de antes ha estado muy bien... genial, estupendo, maravilloso, me he sentido flotando en la vía láctea, pero necesito dormir, vístete y cierra la puerta.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Lo comprendo, lo entiendo

Debiste quedarte

Viejo vecindario, agrio soldado y vicevera